Según comentan muchos de los pacientes de la asociación, sobre todo al principio del tratamiento se hace especialmente difícil resistir la tentación, pues, el calor aprieta, la sed acosa, y las bebidas frías, las bebidas refrescantes, o distintas bebidas con sólidos y llamativos cubitos. Los distintos anuncios de televisión y carteles publicitarios, nos llaman a apagar el sofocante calor con alguna bebida, que retratan con una atractiva espuma y burbujas.
Y muy especialmente este año de mundial, en el que parecían ir irremediablemente asociados, ver los partidos y saborear una fría bebida rebosante de espuma. Incluso nuestros campeones aparecieron celebrando su triunfo con este tipo de bebidas (lo cual no es demasiado aconsejable, teniendo en cuenta que estas figuras del deporte son modelos indiscutibles para los jóvenes, y nunca se debe instar a celebrar ningún acontecimiento especial. Un descuido importante sin duda)
Por ello, la alerta para mantenerse en esta lucha diaria de la abstinencia en verano debe aumentar considerablemente, y debemos estar muy atentos a todas esas tentaciones que nos rodean durante esos meses de calor.
Del mismo modo, en la población general se dispara considerablemente el uso, e incluso en muchos casos el abuso de alcohol: los chiringuitos de la playa, las fiestas y las verbenas de los pueblos, la sensación de invulnerabilidad que da el estar de vacaciones, los botellones en la playa, el pensamiento de “querer aprovechar al máximo”, que en nuestra sociedad en muchas ocasiones va asociada al alcohol…
No en vano, para quienes ya estaban en la línea del abuso del alcohol, el consumo del verano constituye la gota que colma el vaso para su salud, su familia, su psicología o su vida social, por lo que en septiembre, a la llegada de las vacaciones, empiezan su tratamiento muchos nuevos pacientes, aumentando el número de usuarios en nuestra asociación de un modo significativo por estas fechas.
Por esta razón, desde el conocimiento que tenemos en el G.A.R.A. en este tema, queremos aconsejar a la población en general un uso responsable y moderado de las bebidas alcohólicas, que, por otro lado, junto con las altas temperaturas crean en el organismo un efecto más acentuado, y recordar que, pare refrescarse, existen muchas otras bebidas no alcohólicas que cumplen este menester incluso mejor, como el agua bien fría como única sustancia que realmente calma la sed, la coca cola, el sprite, los zumos fríos…
Además, lo más divertido del verano es desplazarse y visitar numerosos lugares desconocidos y llamativos para nosotros, y, el uso de alcohol, es bastante incompatible con utilizar los medios de transporte, pues pone en claro peligro nuestras vidas y las de los demás.
Ya saben, pasar un verano divertido, no está reñido con aplicar un estilo de vida saludable, pues lo contrario, siempre, siempre pasa factura.
¡Que pasen unas felices vacaciones!
Macrina Soler
Psicóloga G.A.R.A
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